Una palabra mal entendida, un gesto o un tono que se mal interpreta puede acabar en una discusión. Saber comunicar es fundamental para las relaciones humanas, pero aún más si eres padre para poder educar a los niños; incluso cuando creemos estamos comunicándonos con claridad pueden surgir malos entendidos. Las relaciones familiares, debido al ambiente de seguridad y confianza y a los lazos emocionales y psicológicos que logran desarrollar entre sus miembros, se convierten en un medio natural para que sus integrantes descubran formas para ayudarse y complementarse, satisfaciendo muchas de sus necesidades, especialmente las más profundas y complejas como las emocionales y afectivas Cuando los miembros de una familia aprenden a comunicarse identificando el: cómo, cuándo, dónde y en que tono hablarse; de tal forma que logran construir una relación positiva y sólida, han dado un paso vital, contribuyendo a que la familia cumpla con su misión al crear condiciones para que todos los involucrados se sientan: queridos, apoyados, tomados en cuenta y con posibilidades reales de ser mejores personas.
Descarga el articulo completo aquí
|